EL HACKNEY, cambio de tipo hasta principios del siglo XX
Guía del Hackney (1897)– Vero Shaw, revisado por J. Barnes.
Sin duda de vez en cuando ha habido cambios de naturaleza más o menos radical en la apariencia del Hackney, y estos no son de extrañar, menos cuando se tiene en cuenta que la raza se ha utilizado para muchos propósitos en diferentes períodos de su existencia. Sin duda en los primeros tiempos, los Hackneys de estructura más pesada se utilizaban en trabajos de granja y en cualquier cincunstancia deben haber sido caballos de un tipo más fuerte que los preferidos actualmente; esto es porque tenían que llevar cargas más pesadas sobre sus lomos y los vehículos donde se los ataba y manejaba, no tenían nada que ver con los coches livianos modernos, ni tampoco los caminos eran tan buenos. Es por ello que no es sorprendente que cuando los ferrocarriles comenzaron a usurpar las tareas del Hackney y los criadores descubrieran que el gusto por el manejo había sido objeto de un cambio, los productores de Hackneys comenzaron a evolucionar hacia un tipo diferente de caballo, para atender las condiciones alteradas. Había para ellos, un montón de material excelente a mano para ejercitar sus habilidades y en medio de una serie de cruzamientos cuidadosamente pensados, estaban los padrillos Fireaway y Denmark. Es bastante posible que la regla de la Sociedad Real de Agricultura que prohibía la exhibición de Hackneys que excedieran las 15 manos 2 pulgadas (1,57m) de alzada, estaba dirigida en contra de los caballos más grandes y toscos, que ya no eran requeridos; y se puede haber pensado que des estimulándolos, esa tosquedad desaparecería. Si es así, la anticipación probó ser correcta, ya que por muchos años, los caballos de alzada media fueron los más demandados.
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