
Deutsch Übersetzung (original)
Artículo escrito por Andrés Furger en la revista alemana Pferd & Wagen (Caballos & Coches) – Publicado el 19. 11. 2011
El Hackney, que en el año 1900 era uno de los caballos de tiro más apreciado, se sigue criando en la Argentina para su participación en torneos y para emplearlo en distintas actividades propias en pequeños haras privados. En contraposición a Europa, no se ha convertido solamente en un caballo para exhibiciones y se lo utiliza en la Argentina exitosamente en competencias. Andres Furger ha investigado en Argentina sobre los caballos Hackney y nos brinda un informe de sus investigaciones así como también sobre la cultura del manejo de coches en el país de los gauchos
Los aficionados al manejo de coches, que no sólo entienden de carruajes, sino que también consideran a las antiguas razas de caballos de tiro liviano como un bien cultural, están en la búsqueda constante de buenos caballos de tiro tradicionales.
También quien escribe este artículo se hace la siguiente pregunta: ¿Dónde se sigue criando actualmente la antigua raza Hackney de manera pura? En su país de origen, Inglaterra, prácticamente ya no se encuentra esta antigua raza de caballos, que habitualmente podían tirar un coche mediano. En las últimas décadas se desarrolló allí una cría de caballos para exhibiciones. Por eso actualmente se asocia sobre todo la palabra Hackney con los ponies para show, con gran movilidad en sus rodillas delanteras. Sin embargo, esto es sólo una parte de la situación actual.

Padrillo Hackney en acción. Un hackney inglés del tipo “roadster” aproximadamente de 1885, de una acuarela de Leslie Mosley. Estos caballos de sangre caliente, eran trotadores naturales e impusieron la necesidad de crear mejores rutas.
Breve historia del Hackney
Quedó prácticamente en el olvido, que el Hackney fue alguna vez el caballo de tiro de tamaño mediano más apreciado. A este caballo procedente de Inglaterra se lo valoraba principalmente hacia el año 1900 como caballo de tiro para coches de lujo, especialmente por sus estupendos andares. Era estimado sobre todo por su trote y se hablaba del stepper o del high stepper. En la época de oro de los coches el Hackney era considerado el mejor caballo de tiro, una buena yunta costaba bastante más que un vehículo nuevo.
La historia del Hackney se remonta a los Yorkshire-Roadster y a los Norfolk- Trotter. Originariamente (antes del ferrocarril) era un caballo de monta, con un andar agradable, constante y de un trote rápido, características que lo hacían ideal sobre todo para largos viajes. En Inglaterra, en el transcurso del siglo XIX, cuando se generalizaron los viajes en coches de lujo, surgió de este voluminoso trotador, un caballo de tiro con una perfeccionada articulación en sus patas. Los padrillos Hackney también fueron utilizados para mejorar las crías de origen alemán, es decir, para perfeccionar el andar de los caballos Oldenburgueses, Hannoverianos, Holstein, así como también para mejorar caballos anglos normandos franceses. En cuadros antiguos, de los tiempos del famoso conductor de coches Achenbach, se pueden observar frecuentemente estos magníficos caballos delante de coupés, faetones y de otros ccoches de lujo.

Berlín hacia el año 1900: Coupé con un caballo Oldenburgués. La peculiar articulación de sus patas nos indica que hubo una cruza con sangre Hackney.
Con el advenimiento de los automóviles, la extensa cría de los Hackneys disminuyó sensiblemente. Después de la Segunda Guerra Mundial ya quedaban pocos ejemplares. A causa del conocido fenómeno genético de la pérdida de las últimas habilidades adquiridas, se fue perdiendo la manera de andar de varias razas de caballos de tiro, entre otras, la espectacular elevación de los miembros anteriores, y también el correspondiente empuje de los posteriores.
¿Cómo llegó el Hackney a la Argentina?
La Argentina, ese extenso país agropecuario, se convirtió en la segunda mitad del siglo XIX en una rica Nación. En la cima de la sociedad se encontraban los terratenientes acaudalados y cosmopolitas. Ellos conocían perfectamente la forma de vida de la alta sociedad en Londres y en París. Muchos argentinos ricos, como también norteamericanos acaudalados, vivieron largo tiempo en esas ciudades europeas y al regresar a su país adecuaron su estilo de vida. Así sucedió, que en las mejores direcciones de Londres y de Paris se hacían pedidos y se exportaban no sólo coches y arneses, sino también los correspondientes caballos. Podemos decir que ya antes del año 1900 había magníficos Hackneys ingleses en la Argentina y desde entonces se continuó con la cría pura a partir de esas yeguas y padrillos. En el año 1909 se comenzó con el registro de yeguas Hackneys argentinas. Con motivo de los festejos del centenario del país en el año 1910, esta raza alcanzó el primer puesto, con los caballos de tiro. Los Hackneys también estaban en las caballerizas del presidente argentino como caballos de ceremonial. Aún en el año 1967 se lo vio al presidente argentino con un tiro de cuatro de Hackneys inaugurando la Exposición Rural de Palermo, en Buenos Aires.
Los Hackney antiguos y en la actualidad. “Gay Boy” (arriba) padrillo argentino premiado en Inglaterra en 1912 y 1913. Los caballos tres años de edad, Reliance Bimbo y Reliance Silbón (abajo) se asemejan al tipo del año 1900.
El entusiasta de la equitación argentino Martínez de Hoz
La cultura de la equitación que se instaló en América proveniente de Europa, pronto se reflejó nuevamente en el antiguo continente. Por ese entonces, muchos americanos ricos viajaban a Inglaterra o a Francia por algunas semanas en verano llevando sus propios caballos, para practicar allí equitación. Así es que estos ricos americanos fueron también responsables del resurgimiento de los carruajes hacia el año 1900. El nombre más conocido en este ámbito es el del norteamericano Alfredo G. Vanderbilt, quien tenía un amigo en Sudamérica, no tan conocido, llamado Miguel Alfredo Martínez de Hoz, proveniente de la Argentina. En el periódico “Daily Express” del 20. 4. 1908 se puede leer textualmente:
…“El señor Martínez de Hoz conducirá un carruaje desde Londres hasta Guildford, él inicia su partida hoy. Sus caballos consisten sobre todo en Hackneys de pura sangre provenientes de su propia estancia en la Argentina. El señor Martínez de Hoz conduce su carruaje para uso personal… Con eso quiere demostrar, que también en la Argentina se crían verdaderos caballos de tiro fuertes y bien entrenados”…
Los viajes de Martínez de Hoz con el Road- Coach “Reliance” fueron tan exitosos, que también él como Vanderbilt, fueron aceptados como miembro en el distinguido Coaching Club de Londres y pudo así presentar a sus Hackneys en las reuniones en el Hyde Park. Y la historia continúa: cuando en 1909 se corrió el maratón internacional de coaches (diligencias inglesas) llevados por caballos, nuevamente el señor Martínez de Hoz estuvo presente; y fue aclamado segundo después de Vanderbilt en el nuevo estadio Olympia. A continuación también sus caballos resultaron premiados en algunas muestras en Inglaterra.
El argentino Martínez de Hoz llegó a Inglaterra en 1909 con nada menos que 45 Hackneys entrenados por él y otras docenas de caballos. Los Hackneys eran caballos del tipo Roadster, que por ese entonces era un sinónimo de “Hackney Coach Horse”. En ese momento ya había en Argentina más de 1.000 padrillos y yeguas de la antigua raza Hackney. Actualmente aún se sigue criando esta raza en forma pura. Sin embargo, hoy en día la población de Hackneys del tipo antiguo se ve reducida a una décima parte. El inglés Clive Richardson escribió en su libro “el Hackney” en el año 1995:
…“el interés argentino por el Hackney no era para el show ring (pista) sino para el camino, con la consecuencia de que nunca hubo un peligro en que se desarrollara un tipo de caballo para show”…
Así pues: los argentinos criaban Hackneys para su uso, no como caballos de exhibición y por ello no intentaron modificarlos en esa dirección.
El entusiasta del manejo de coches Raúl Aquerreta y sus Hackneys.
Este pasado exitoso de los Hackneys se conecta en la actualidad en un marco privado de aficionados a los caballos y de personalidades con espíritu patriótico de la Argentina. Entre ellos se encuentra el agrónomo argentino Raúl Aquerreta de 54 años, nacido en Buenos Aires. Hace poco, después de la muerte de sus padres, ha heredado la estancia La Querencia, que se encuentra en una zona de sierra, a 500 km al sudeste de la capital. Él mismo se describe como un “entusiasta del manejo”. Además de dedicarse a la agricultura como actividad principal, se ha enfocado en la cría de Hackneys desde 1990. Su meta es la cría de caballos de tiro, como aquellos que hace cien años habían tirado del coach “Reliance” de Martínez de Hoz. Los utiliza ya sea en tiro de cuatro o yunta para torneos FEI, “combined driving”, en los cuales él mismo participa conduciendo a sus caballos. Los caballos que cría siempre llevan incorporado a su nombre el prefijo “Reliance”, en alusión al coach.
A la estancia de Raúl Aquerreta llegan expertos en Hackneys, como Tom Ryder, quien falleciera recientemente. La base de la cria consiste fundamentalmente en cuatro padrillos y en más de 33 yeguas. Su tamaño varía entre 152 y 165 cm, son sobre todo alazanes y tostados con varias marcas. El clima equilibrado y las extensas praderas favorecen la cría de alta calidad, esto también es aprovechado por los criadores de pura sangre de carrera argentinos. De vez en cuando Raúl Aquerreta vende potrillos, algunas veces también a los Estados Unidos, a Bélgica y sobre todo a Chile. En este último país se desarrolla actualmente un nuevo escenario de eventos.
El entrenamiento de los potrillos se realiza en La Querencia de la misma forma gradual fijada según el modelo de la profesora alemana Heike Bean. Ella publicó en su libro “Carriage Driving”- A logical approach through dressage training” (Manejo de coches. Un método lógico a través de la doma) donde brinda los principios de un buen entrenamiento (relajación, contacto, soltura, rectitud verdadera y el desplazamiento del peso sobre los posteriores). La acción de los Hackneys se hace efectiva principalmente con el trote reforzado y la carga del peso sobre sus patas traseras.
Para ello se trabaja durante años con una doble rienda y atado al coche en círculos de marcha de 20 metros. En consecuencia se trabaja así la musculatura, de manera que un potrillo de seis años pueda llevar por lo menos el 50% de su peso sobre su cuarto trasero, así puede encajar el posterior y desarrollar la correspondiente impulsión trasera.
La presentación de los potrillos se realiza en un paddock o potrero especial, donde un gaucho a caballo conduce con habilidad al caballo elegido fuera de la tropilla. Posteriormente, el Hackney da vueltas y muestra su andar naturalmente.
En La Querencia se encuentra una linda colección de coches, entre las cuales hay algunos modelos nativos. Entre ellos encontramos grandes ómnibus, que en la Argentina eran construidos muy altos por la abundancia de ríos, que debían vadearse debido a la falta de puentes. La alhaja de la colección es un Barouche inglés de alrededor de 1825 con una marca en la suspensión de Wilson & Varty de Liverpool, es un coche pesado importado a la Argentina de Inglaterra. Su dueño lo conducirá en oportunidad del casamiento de su hija mayor, con cuatro Hackneys.

Colección de coches de Raúl Aquerreta: Barouche de alrededor del año 1825 con una marca en la suspensión “Wilson & Varty” de Liverpool.
Hackneys utilizados en el campeonato de conducción en Argentina
La evaluación de los ejemplares argentinos se realiza en el campeonato de manejo, que se ajustan al reglamento FEI. Los argentinos también hacen una diferenciación en tres clases: preliminar, intermedia y avanzada. Eso es válido sobre todo para los caballos. Los potrillos deben participar primeramente en 5 torneos sin maratón (preliminar) en las pruebas de pista (adiestramiento y conos) previo a competir en la prueba completa.

Yunta de Hackneys con Raúl Aquerreta y asistente (groom) en trajes nacionales tradicionales, en la prueba de adiestramiento.
En ocasión del reportaje en Argentina tuve la suerte de participar, en noviembre de 2011, acompañado por Thomas Würgler, cerca de Buenos Aires, del Campeonato Argentino Abierto, con un caballo Hackney de 7 años.

Campeonato argentino abierto del año 2011 en Pilar: Caballo hackney de 7 en el recorrido de conos. Andrés Furger y Tomás Würgler van sentados en el coche.
El campeonato tuvo lugar en Pilar, el centro de crianza de caballos de polo más exitoso mundialmente, súper organizado. Christian Jseli, ex campeón de atalaje, fue el presidente y organizador del campeonato. Como preludio, los niños mostraban sus primeras habilidades en la conducción de sus caballos, siempre con sus trajes tradicionales, una bombacha sobre botas medianamente largas, un pantalón, y con un sombrero o boina grande en la cabeza.
Al comenzar el campeonato había alrededor de treinta coches con sus respectivos caballos, tiros de uno, de dos (yuntas), también en tándem, un tiro de cuatro y hasta también un random. Entre los participantes se encontraban Amely, de doble nacionalidad argentina y alemana, y Wolf von Buchholtz. También participaron conductores de Brasil y Chile. Alrededor de la mitad de los caballos empleados eran Hackneys, pero también se vieron algunos caballos criollos tradicionales y algunos árabes atados a los coches.
En la categoría de yuntas (dos caballos) ganó Raúl Aquerreta, con uno de los caballos todavía muy joven. El punto culminante fue una impresionante misa católica en el campo del torneo y la proclamación del vencedor en la categoría avanzada para un solo caballo. El maestro nacional fue el anfitrión Mariano Paz. A pesar de estar en silla de ruedas como consecuencia de un accidente, compitió durante todo el programa, incluyendo el maratón, con un Hackney de la cría de Aquerreta, con la muñeca de su mano rígida atada a las riendas.

Mariano Paz, el campeón argentino del año 2011 en la categoría avanzada para un solo caballo. Después de un grave accidente quedó parcialmente paralizado y maneja con su muñeca fijada a las riendas, en la fotografía realizando el recorrido de conos.
Andres Furger
Hola soy herrador de caballos desde hace 15 años , ybrindaba mis servicios en la patagonia donde los caballos de tiro no son muy comunes , ahora vivo en Chascomus donde hay varios hackney y estaban harrados con herraduras muy pesadas y gruesas, nadie me sabe decir porque, yo estudie en la escuela argentina de herradores y me capacito en congresos y seminarios de todo el pais , semejante herradura rompe con un monton de conceptos sobre lo natural de un herraje normal, ya que , el caballo eleva sus miembros naturalmente, si tienen alguna informcion sobre esto les agradeceria por el bien de la raza y los caballos.
Hola Ivan, hay dos maneras de adiestrar al Hackney. La que considera que la raza solamente sirve como caballo de exhibición o desfile (show horse) y los que tratamos de demostrar que también es un caballo versátil que se puede desempeñar deportivamente. En el primer caso les enseñan a exagerar los andares elevados que ya naturalmente tienen, con las herraduras pesadas que usted menciona y otros métodos. En el segundo caso (como el nuestro) se los adiestra con ejercicios basados en los 6 principios de equitación básicos y se herran con las herraduras que corresponden a caballos a los cuales se pretende desarrollar como atletas.
Gracias por su inquietud y espero haber podido contestar su pregunta.
Lo saluda.
Raúl Aquerreta
Criador.